12 de octubre de 2007

PASA EL VERANO... Y DE VACACIONES A MALLORCA

Desde lo de Pirineos, el verano pasó sin pena ni gloria. Bueno, la verdad, es que con mucha pena ya que me tocó currar porque no tenía vacaciones hasta septiembre (el buen pajarero siempre pilla vacaciones en septiembre y abril...). Mis planes para este año era irme una semanita a Mallorca ya que tenía pendiente la visita a un amigo de allí. Bueno, esta era la escusa, el objetivo verdadero tenía un nombre: curruca balear (Sylvia balearica).
Pasé los primeros días viendo halcones de Eleonor (Falco eleonorae) desde la playa de Cala Major, y también la siempre excitante para los pajareros de interior gaviota de Audouin (Larus audouinii), aunque desde que se ve por Villafáfila...jejeje. También pude observar aquí la subespecie de cormorán moñudo, ya que cerca, en Marivent, hay un colonia interesante y se apreciaba el trasiego de ejemplares.
Llegué a Mallorca el día 12, pero no fué hasta el 15 cuando pude irme un día entero de pajareo, de la mano de uno de los "ornitolocos" (este de verdad) que mejor conocen la isla, Lalo Ventoso, un gallego afincado en Baleares, acojona ¿no?. La verdad es que es un tío excepcional. Había dos objetivos para el día, la ya mencionada curruca balear y de segundo plato, pero sin esperanzas, el carricerín real (Acrocephalus melanopogon), del que un pajarero mallorquín me dijo hacía un tiempo era el ave más abundante en la Albufera mallorquina... ¡pues bien, tenia que comprobarlo! (y de paso bimbarlo).
Empezamos el día en la Marina de Llucmajor, en Cabo Blanco, con resultado negativo. Pasamos por el Salobrar de Campos en Ses Salines para ver unos limis, por cierto, un sitio chulísimo. Por fin, cuando llegamos a la segunda intentona en el Cap de Ses Salines, pude observar la curruca... ¡primer objetivo cumplido! Aquí también se puede observar la subespecie balear de papmoscas gris. Y cuando apretó el calor, nos fuimos a comer, camino del norte de la isla...
La tarde la empezamos en los alrededores de la Albufera. Comenzamos por la depuradora, en Muro, sitio mítico de la isla de Mallorca. De esos sitios que guarda tu subconsciente a base de leer citones de este lugar. De aquí nos fuimos al Camí de S`Amarador, donde hice un "pseudobimbo", Euplectes afer, y un bimbo subespecífico, el alcaudón común. Hasta que por fín nos adentramos en "tierra santa", digo... en la Albufera de Mallorca. Cuando ví ese enorme carrizal y que en él tenía que buscar un pequeño paseriforme fuera de la época de cría que es cuando canta y se deja ver, pasé del tema y me dediqué a disfrutar con los calamones, garzas imperiales y la multitud de limis que andaban por el lugar, ya que pensé desde ese mismo momento que el carricerín, "¡como que pa otra vez!". Pero ese día San Bimbo y Santa Boroña estaban de mi lado. En una pequeña parada mientras nos adentrábamos en el carrizal por uno de sus arterias principales, un pequeño trino captó mi atención. ¡Oh my God! digo... ¡coooñoooo! pero ¡si eso que canta a escasos tres metros de mi persona es un carricerín real! Sí, y si que cantaba pero no se dejaba ver. De repente recordé la técnica de atracción que mi amigo Fernando Arce me enseñó una tarde de primavera en la marisma de Alday en Santander. "Si haces chasquidos con la boca no pueden resistirse a hechar un vistazo", así que me puse a ello y ¡joder si funcionó! En cuestión de segundos, un sendo ejemplar de carricerín real me observaba todo chulo, desafiante sobre una espadaña, esperando a que el infiel que hacía ese sonido extraño diera la cara. Desde ese instante considero que Acrocephalus melanopogon es el carricero más guapo que existe... vaaaleee, de acueeeerdoooo, junto con agrícola... pero eso de momento es ciencia ficción. Acababa de hacer un bimbo de esos guapos, guapos.
Para acabar el día, Lalo me enseñó sus sitios míticos de pajareo, desde donde se tira horas y horas observando migración de rapaces, el torreón de Albercutx. En cuanto a rapaces el día estaba flojo, pero pude disfrutar de un precioso vencejo pálido (Apus pallidus) volando junto a las paredes de la torre.
Con las rapaces tuvimos más suerte desde el cabo Formentor, donde vimos como entraban hasta 4 abejeros (Pernis apivorus) desde el mar, y como un pequeño batallón de 7 halcones de Eleonor les daban cizaña antes de poder tocar tierra. La verdad es que tiene que fastidiar un montón que cuando estás a punto de entrar en tierra después de pegarte la paliza de viaje, unos enanos te toquen los huevecillos de esa manera... Antes de que se me olvide, y para terminar, el atardecer desde el faro de Formentor, es sencillamente A L U C I N A N T E. Gracias Lalo.


Parte del Cabo Formentor visto desde el Torreón de Albercutx. Mallorca. Sep.07

Lalo Ventoso (Gallegus balearica) y servidor (Bimberus empedernidus) en el Cabo Formentor. Mallorca. Sep.07

1 comentario:

Antón Pérez dijo...

La verdad es que Lalo es un fuera de serie... Saqué también con él la curruca en Ses Salines, pero al carricerín ya le he dedicado dos días y empiezo a creer que es un ave mitológica, como el Fénix o las polluelas...
Fdo: Otro gallego-mallorquín (temporalmente)