29 de septiembre de 2006

VILLAFÁFILA: PASO MIGRATORIO E HISTORIA DE UNA BARNACLA CUELLIRROJA

La semana pasada anduve por mi tierra, Zamora, y como no podía ser menos el día 22 me acerqué a la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila. Tuve que ir por la tarde ya que por la mañana me fue imposible, y se presentó muy encapotada y con amenaza de lluvia, cosa que al final no sucedió.
La reserva está completamente seca, salvo tres puntos: una finísima capa de agua en la Salina Grande, la balsa de decantación (con poco interés ornitológico) y las lagunas artificiales del Centro de Interpretación; así que hacia aquí me dirigí, pero recorriendo los caminos principales de la reserva para observar el paso migratorio de paseriformes. Collalbas grises, tarabillas norteñas y varios papamoscas cerrojillos, estos en las zonas con arbustos, lo llenaban todo. En un pequeño barbecho con plantas herbáceas de bajo porte y de unos 300 metros cuadrados, se agrupaba un compacto grupo de hasta 21 tarabillas norteñas (Saxicola rubetra), nunca vi tantas tan juntitas, la mayoría de ellos jóvenes. En un borde del camino un grupo de unos 50 ejemplares de avefrías (Vanellus vanellus), se aplastaban entre los terrones para protegerse del viento reinante, esperando días mejores para seguir su viaje al sur.
Y las collalbas grises... ¡cientos, diría yo! Me detenía con cada una y trataba de estudiarlas detenidamente y buscaba ejemplares con rasgos de Oenanthe oenanthe leucorhoa, la llamada collalba gris de Groenlandia. Según los estudios, son inseparables al cien por cien en el campo y sólo se puede hacer en mano tomando medidas taxonómicas, sobre todo de la longitud alar. Hay teorías que dicen que esta subespecie tiene una mayor envergadura porque son capaces de hacer su ruta migratoria del tirón, sin parar, es decir, unos 4000 km desde sus zonas de cría hasta sus cuarteles de invierno. Esto haría que el número de ejemplares que pudieran aparecer en nuestro país fuera mucho más limitado de lo que pensamos. Pero a parte de sus medidas taxonómicas existen descripciones de esta subespecie, lo que en principio podría aproximarnos a su identificación aunque nunca con seguridad. Cuelgo tres fotos de tres ejemplares diferentes, uno de ellos podría corresponder a una leucorhoa, siempre según las descripciones de la bibliografía.

Collalba gris, macho adulto con rasgos de la subespecie leucorhoa: pecho y vientre anaranjado herrumbroso, ceja blanca más ancha que los ejemplares ibéricos y tamaño ligeramente mayor. Villafáfila, Zamora, sep.06


Collalba gris, macho adulto de la subespecie nominal en plumaje de muda. Pecho herrumbroso claro, el resto blanco al igual que el vientre, dorso marrón y tamaño ligeramente menor. Villafáfila, Zamora, sep.06


Collalba gris, primer invierno. Villafáfila, Zamora, sep.06

Una vez en el Centro de Interpretación el paso de otros paseriformes era también patente. Papamoscas cerrojillos, más tarabillas norteñas, un grupo de unos 20 trigueros jovenes, carriceros comunes, lavandera blanca y boyera, alcaudón común y una solitaria abubilla, especie nada común en la reserva.
En cuanto a los limícolas: combatiente (5, dos adultos y tres jóvenes), un grupito de correlimos menudos, avoceta común (2), algunos andarríos chicos y grandes, un grupo de agachadizas comunes, un par de archibebes claros y algún archibebe común.

Combatiente (Philomachus pugnax), hembra joven. Villafáfila, Zamora, sep.06

Combatiente (Philomachus pugnax), macho adulto mudando a plumaje invernal. Villafáfila, Zamora, sep.06


Agachadiza común (Gallinago gallinago), Villafáfila, Zamora, sep.06

Andarríos chico (Actitis hypoleucos), Villafáfila, Zamora, sep.06

Y la sorpresa del día. Cuando caminaba por el centro de repente asoma una cabeza entre la vegetación y cual es mi sorpresa cuando veo un adulto de barnacla cuellirroja (Branta ruficollis). Al principio no le doy importancia porque pienso en un "nuevo fichaje" de la colección de anátidas del centro, pero de repente.... ¡vuela, y vuela fuera del centro! Muchas preguntas vienen a mi cabeza: un pájaro extremadamente raro en nuestro país (ya observé uno hace años en diciembre en un grupo de gansos), fuera de época, sólo... Todo huele a "carroña". Pero decido seguirlo, cosa que se me hace difícil porque el animal no colabora nada, ya que no es nada confiado, y esto me mosquea más. Cuando consigo observarlo no le aprecio ningún rastro de anillas. En esto consigo hablar con una de las personas que trabajan en la reserva y me cuenta la historia. Esta barnacla apareció herida el pasado invierno en la provincia de León y fué llevada a un centro de recuperación donde se curó. Hace unos meses la trajeron a Villafáfila para que una vez recuperada del todo pudiera volar y supongo, insertarse en alguno de los numerosos bandos de gansos que en unos meses comenzarán a llegar a la reserva. En mi opinión el hecho de que permanezca en el centro, no es otro que toda la reserva está seca y este es el único punto con agua cercano y que además los ánsares comunes presentes en estas lagunas artificiales harían de cimbel y atrayente para el pájaro. Esta misma persona me confirma que el animal no está anillado, y él lo sabe porque lo manipuló a su llegada. Así que ya sabéis, si este invierno aparece una cuellirroja entre los gansos de Villafáfila, es muy posible que sea nuestra amiga. Siento no presentar mejores fotos, pero no conseguí fotografiarla "decentemente" hasta última hora de la tarde, casi cuando ya había oscurecido.

Barnacla cuellirroja (Branta ruficollis), Villafáfila, Zamora, sep.06

Y ahora al coche. En media hora salgo para Galicia en busca de un mega como es el archibebe patigualdo grande (Tringa melanoleuca) que lleva 3 días en As Forcadas, junto a Valdoviño en Coruña. Espero verlo y fotografiarlo para contarlo.


1 comentario:

Fernando Zamora dijo...

No paras monstruo. Ahora para Galicia, joder que bien te lo pasas.
Un saludo,
Fezave