21 de julio de 2006

GORRIÓN ALPINO Y... 350!

Los planes no pudieron salir mejor ¡bimbao el Gorrión alpino (Montifringilla nivalis)!.
Salimos de Burgos a las 07:00 am. y a eso de las 09:30 estábamos en la cola del teleférico. Tardamos un poco más porque paramos a echar un vistazo en el mirador de Piedras Luengas, en Palencia. De todas formas, a las 08:30 de la mañana, ya debía de haber gente haciendo cola para subir, impresionante por su número, aunque fuera jueves. El día estupendo, con una temperatura que rondaba los 26ºC ya arriba, y el cielo despejado.
Decidímos hacer la ruta de "Horcados Rojos", ya que según me comentó una de las personas de la guardería, era el mejor recorrido para ver el gorrión porque es el camino que transcurre más cerca de sus paredes de cría (aún así muy distantes), así que mochilas y telescopio a la espalda y para arriba. Picos de Europa, Fuente Dé, Cantabria, jul.06
En total recorrimos unos 10 km, por un camino lleno de piedras y con una pendiente considerable, pero mereció la pena. Al principio del recorrido, el número de gente era brutal, pero a medida que la senda ganaba en pendiente, la gente se iba quedando, así que a partir de aquí era cuando comenzaba a observarse movimiento de pájaros. Hasta que no habíamos recorrido unos 2 km, no vimos el primer pájaro que no fuera una Chova piquigualda (Phyrrocorax graculus), de las que además vimos 4 ejemplares anillados con anillas de color y de lectura a distancia. Chova piquigualda (Phyrrocorax graculus), Picos de Europa, Fuente Dé, Cantabria. jul.06
La primera especie en aparecer fué un Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) y, junto a él, un par de bisbitas alpinos (Anthus spinoletta). A continuación y un poco más adelante, vimos un ejemplar de Treparriscos (Tichodroma muraria), sólo unos segundos pero ¡cómo se sale ver uno de estos! El Treparriscos apenas hace siete meses que lo bimbé en La Yecla, en Burgos, y desde entonces ya lo he observado en otros dos sitios más. No hay como ver una especie por primera vez, después de buscarla varios años, como que a partir de la primera observación aparezca por todos los lados propicios a los que vas. Un kilómetro más de caminata, y aparece el primer gorrión alpino, bueno en realidad, tres ejemplares, tres machos juntos alimentándose en unos bajíos, los localicé por el reclamo ya que cuando están en el suelo, entre esas piedras de blanca caliza y con esos movimientos lentos, son casi invisibles. A partir de aquí y durante el resto de la subida ví varios ejemplares o posados, o sobrevolándonos. En ocasiones ni los ves, pero los oyes pasar volando paralelamente a las paredes. Gorrión alpino (Montifringilla nivalis), Picos de Europa, Fuente Dé, Cantabria. jul.06
Paramos a comer sobre las 14:00 horas y después comenzamos el descenso. Durante este, volví a observar más gorriones, incluso algún grupo de 10 o 12 ejemplares. Otras especies fueron: Buitre común (Gyps fulvus), Avión roquero(Ptyonoprogne rupestris) y Cuervo (Corvus corax). De las estrellas de la alta montaña solo me faltaba el Acentor alpino (Prunella collaris), el cuál se resistió, porque sólo ví uno y justo cuando me faltaba un kilómetro para llegar a la estación del teleférico, así que de milagro.
Un bimbo muy currado, de esos que gustan el doble. De hecho, hoy tengo las piernas y la espalda rotos, y la cara quemada, pero no solo es por el esfuerzo, sino también por la falta de costumbre, aunque no todo el mundo se hace diez kilómetros con el telescopio a la espalda y, además, en ascensión. Yo soy pajarero, no alpinista... Pero bueno, merece la pena si os gusta la única foto decente que pude hacerle a la estrella de este viaje, con la que sumo 350 especies observadas en España y solo la Península, según la nueva Lista de las Aves de España, edición 2005.
Acabo de ponerle una "x" al gorrión y ya estoy pensando en los próximos objetivos, que se reparten entre el Carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola) y el Paíño de Wilson (Oceanites oceanicus), pero siempre teniendo en cuenta que el paso está más cerca y dentro de nada empezarán a saltar las sorpresas, y entonces los planes no servirán para nada, porque habrá que salir corriendo a ver un montón de rarezas.