El pasado fin de semana lo pasé en Galicia viendo pájaros. La excusa principal era una salida para ver pelágicas desde Cariño (Coruña) el domingo 16 de agosto, a 20 millas al norte de Cabo Ortegal. Pero ya que voy hasta allí, era de libro aprovechar el fin de semana entero. Y, además, había motivos para ello ya que, aunque no se veía desde hacía bastantes días, en Baldaio hay un zarapito trinador americano, en la playa de Sartaña, Ferrol, un andarríos maculado y, en Valdoviño, un cisne cantor. Los dos últimos ya los tenía vistos, pero son rarezas y hay que disfrutarlas siempre que se pueda...
De compañeros de viaje tuve al siempre trepidante y aguerrido Óscar Llama y a una joven promesa soriana llamada Daniel Fernández. Salimos de Burgos el viernes por al tarde y llegamos a Arteixo, a casa de mi buen amigo Xabi Varela, a eso de las 22:00 h. Unas cañitas, hablar de pájaros y el bueno de Xabi que, aunque él no ha visto al hudsonicus en sus dos últimas visitas, trata de no desanimarnos como sea. Prontito a la cama que hay que madrugar.
El sábado 15 de agosto amanecimos en Baldaio. Sitio que yo no conocía pero que, para mí, es "Tierra Santa" debido a la enorme lista de aves raras que posee. El zarapito trinador americano tardó, nada más y nada menos, que tres horas en aparecer, pero lo hizo. Cuando toda esperanza estaba perdida, cuando ya estábamos a otra cosa, apareció este pájaro tan precioso. Por cierto, nada que ver con nuestra especie europea, así que ¡me la separen ya, por favor!. ¡Bimbazo!, toda una primera cita para España. Gracias Xabi.
Por la tarde, depués de comer con Xabi (flamante ganador del "Raro 2008"), pusimos rumbo más al norte, con la intención de parar a ver el andarríos maculado de Sartaña. Por el camino y desde el mismo coche, vimos al cisne cantor en Frouxeira. Llegamos a Sartaña y la playa estaba hasta arriba de gente, por lo que allí no se movía ni un bicho. Buscamos durante un rato pero no hubo suerte. Lo vieron a última hora de la tarde.
Llegada a Cariño y a descansar un rato en el hotel hasta que llegara el resto de la gente y nos juntáramos con unas birras delante y una buena cena con Daniel L. Velasco, Marco Gacía, Guillermo R. Lázaro, Ricardo Hevia, Miguel Rouco y Juan Sagardía. Prontito a la cama también, ya que el barco partía a las 06:30 horas del puerto de Cariño.
Por suerte, casi tengo vistas todas las especies marinas más comunes de las costas de la península, pero me faltaba una de las "habituales" que era el motivo de mi viaje, el paíño de Wilson. Ya son varios años intentándolo e iba siendo hora de que me tocara. Vimos entre 4-6 ejemplares diferentes, por lo que quedé bien "harto", mereció la pena la espera. Además, disfrutamos de un adulto de págalo rabero, varias gaviotas de Sabine y 2-3 pardelas capirotadas de las cuales, una de ellas, se posó en varias ocasiones muy cerca del barco. Para mí fué la observación más bonita de la jornada. El resto, lo habitual. Eso sí, poca cantidad, pero de muy buena calidad. Os dejo la remesa de fotos.
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Foto testimonial de paíño de Wilson.
Ejemplar adulto de gaviota de Sabine..jpg)
Adulto de págalo pomarino.
Pardela pichoneta (izquierda) y pardela balear (derecha).
Adulto de págalo parásito.
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Pardela capirotada.
Charrán común.
Pardela cenicienta.
Primer invierno de gaviota cabecinegra.
Gaviota patiamarilla.
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