2 de julio de 2006

BIMBO INESPERADO. HALCÓN DE ELEONOR

Tras las fotos aparecidas en la página www.fotodigiscoping.info de halcones de Eleonor en Ávila, una inquietud invadió mi cuerpo. La única rapaz que me quedaba de ver de todas las que aparecen en la península, y que no fuera rareza, estaba a tiro de prismático-telescopio-coolpix. Hacía unos días estuve barajando la posibilidad de acercarme a la conocida zona conquense de Talayuelas, donde es sabido que desde hace años por estas fechas (siempre coincidiendo con el día de San Juan), se concentran una gran cantidad de estos falcónidos para darse un atracón de "escarabajos sanjuaneros". Pero mira tú por donde, que en Ávila también los llevan observando, al menos, desde los últimos tres años... y en un sitio que me permite verlos sin tener que hacer tantos kilómetros. Así que aproveché mi estancia de unos días en mi ciudad natal, Zamora, para hacer una escapada rápida con Miguel Rouco, inagotable compañero de aventuras.
La empresa era poco menos que imposible. Apenas disponíamos de información, salvo que estos animales se estaban viendo en la falda sur de la Sierra de Gredos, volando sobre pinares al atardecer, que es cuando los escarabajos inician su actividad, así que trazamos un plan. Este plan no era más que presentarnos en la zona a partir de las siete de la tarde y recorrer una carretera que parte de San Martín de Valdeiglesias (Madrid, en su límite con Ávila), y que va hasta Arenas de San Pedro (Ávila). Salimos de Salamanca a las 17,00 de la tarde del 30 de junio, aprovisionados de cervecitas por aquello de evitar la deshidratación, y a eso de las 19,00 comenzamos el trayecto. La idea era ir parando en todas las zonas de pinar, buscar puntos elevados que nos facilitaran la observación y tener mucha, pero que mucha suerte, ¡qué ilusos! No conociamos la zona y cuando llegamos no nos encontramos una serie de pinares, sino ¡un pinar gigantesco! Pronto nos desmoralizamos. Comenzamos el recorrido y fuimos parando donde nos parecía. A medida que pasaba la tarde comenzaban a aparecer escarabajos y libélulas por todas partes, y veíamos que se acercaba la hora, pero ni rastro de los halcones. Decidimos subir por el puerto de Mijares al ver que en esta zona había un pinar importante y que al ganar altura ganaríamos en campo de observación, pero nada.
Bajando de Mijares, ya a las 21,30 de la tarde, y justo cuando pasamos el pueblo de Casavieja, un precioso Halcón de Eleonor (Falco eleonorae) apareció volando sobre nosotros. La observación apenas duró un minuto y medio, pero el suficiente para observar sus partes rojizas y las axilas oscuras que caracterizan a la especie. Rouco consiguió sacarle alguna foto, pero solo testimonial, por la distancia y por la escasa luz del momento... ¡Bimbo al canto, y de los ricos! Aunque la observación nos supo a poco, el trabajo que tuvimos que hacer para localizarlo, y la moral por los suelos, hizo que nos sintiéramos más satisfechos que nunca justo después de la observación. De hecho, Miguel no lo tachaba, ya que lo vió hace años, pero casi estaba tan contento como yo, que sí lo hacía. La caída de la noche fué inminente así que solo pudimos parar en Mombeltrán a meternos la cena que nos merecíamos, regadita con vino de la tierra, como siempre.

Halcón de Eleonor (Falco eleonorae), Sierra de Gredos, Casavieja, Ávila, jun.06. Foto M. Rouco

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