20 de mayo de 2010

Villafáfila en mayo

La Reserva Natural de las lagunas de Villafáfila, en Zamora, es conocida fundamentalmente por dos cosas. La primera por albergar la mejor población de avutardas del mundo y, la segunda, por la invernada del ánsar común. Pero además de estas especies alberga otras que son singulares y representativas de nuestra avifauna a nivel nacional. Dentro de este grupo hay cinco especies que gozan de una muy buena población reproductora en Villafáfila: avoceta, cigüeñuela, gaviota reidora, pagaza piconegra y cernícalo primilla. En toda la reserva crían varios cientos de parejas de cada especie, salvo de la pagaza y la gaviota reidora, las cuales dependen mucho de los niveles de agua que contenga la reserva en primavera, pero este año es de lo buenos. Además, hay otras especies que se reproducen de manera muy escasa o puntual en nuestro país, pero sí lo hacen aquí, como el archibebe común, la gaviota cabecinegra, el tarro blanco o la aguja colinegra. Este año hay muchas parejas de tarro blanco criando en viejos palomares y viejas bodegas; al menos una pareja de gaviota cabecinegra en la Salina Grande, varias parejas de archibebe común y una de aguja colinegra, seguro.
Las avocetas cría de manera masiva y estos días están echadas en los nidos y pegándose por los territorios.

Otra de las estrellas de la primavera villafafilense son las pagazas piconegras. También están incubando ya y desde primera hora de la mañana se dedican a buscar alimento por los campos cercanos y defender sus colonias de aguiluchos cenizos y laguneros y algún milano negro temerario. La pagaza piconegra es una de las joyas de nuestra ornitofauna nacional.


¡Y qué decir de las omnipresentes avefrías! En pocos días todo estará lleno de pollos, aunque el pasado lunes ya pude ver unos cuantos.
Cuando alguna rapaz, como este milano negro, sobrevuela sus nidos, las avefrías se vuelven muy agresivas.

En cuanto a las anátidas, además de las reproductoras generalizadas: ánade azulón, cuchara común, tarro blanco y ánade friso, también hay varias parejas de porrón común y moñudo. Pero en cuanto a este grupo, lo mejor fue la observación de este macho de cerceta carretona que anda un poquito retrasado con el paso.

Otra curiosidad es que al ser un buen año de agua con casi todas las lagunas colmatadas, hay presencia de buceadores, somormujos y zampullines. En la Salina Grande había dos parejas de somormujo lavanco y un ejemplar solitario más en las balsas del Centro de Interpretación. Además, dos parejas de zampullín cuellinegro y un ejemplar solitario más, también en la Salina Grande. Para que os hagáis una idea, es mi primera observación de zampullín cuellinegro en la Reserva y llevo frecuentándola desde el año 1994, de manera masiva desde el 98. Bien es cierto que parte de la culpa es que, simplemente, no había coincidido ya que suele haber una o dos citas al año. Es una especie que tenía clavada en mi lista local del lugar. Pero, además, es mi segunda cita de somormujo lavanco...
En el complejo lagunar también había estas 4 espátulas (en la foto solo 3), que me sobrevolaron en la zona de la Rasa y luego relocalicé en la laguna de La Fuente ya descansando.

En cuanto a limícolas, aparte de avefrías, cigüeñuelas y avocetas, como ya he dicho, archibebe común (con varias parejas), aguja colinegra (una pareja más un ejemplar solitario), un grupo de unos 120 chorlitejos grandes y otro casi igual de correlimos común. Entre ellos, al menos, una decena de correlimos tridáctilos y 3 vuelvepiedras. En la laguna de La Fuente, una pareja de chorlitejos chicos y por el resto de las lagunas, algún andarríos chico solitario. Me comentaron que hace nada hubo aquí tres correlimos de Temminck especie regular pero muy escasa entre mediados de abril y primeros de junio.
De rapaces, los omnipresentes milanos negros, una culebrera, un milano real, varios aguiluchos laguneros, algún pálido y varios cenizos. También cernícalos vulgares.

Y, por supuesto, los abundantes primillas, con colonias numerosas en todos los pueblos de la zona. Pero quizá, el mejor sitio para observar a esta especie sea el pueblo abandonado de Otero de Sariegos. Aquí, primero una foto de una de sus vecinas, la gragilla. Especie, al parecer, en regresión.

Y primillas entrando y saliendo de sus nidos con presas, tanto los machos como las hembras.
Este macho llevaba, aunque no se aprecia en la foto, un grillotopo.

Una hembra.

Esta otra hembra lleva un eslizón.

Y foto de otro macho.


Si el invierno y la primavera acompañan con sus lluvias, Villafáfila es uno de los mejores sitios del interior peninsular para visitar durante los meses de abril, mayo y junio. Eso sí, hay que evitar las horas centrales del día porque el sol es mortal... Tierra de extremos, con temperaturas invernales alrededor de los -10ºC y veranos rozando los 40ºC.

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