7 de diciembre de 2008

CONGRESO DE ORNITOLOGÍA Y CORRELIMOS OSCUROS

Ayer, sábado 6 de diciembre, viendo las previsiones meteorológicas que anunciaban lluvias persistentes en toda la provincia no había nada mejor que hacer, que acercarse a Santander y meterte en el Palacio de Congresos para asistir a una jornada del XIX Congreso Español de Ornitología. ¿No había nada mejor? Lo mismo una buena peli en casa al calor de la chimenea...
Así, Fernando Román, David G. Ortega y yo, madrugamos un poquito y a las 09:15 a.m. estábamos desayunando en Santander. Las puertas se abrieron a las 10:00 y comenzamos el tour de ponencias. En mi caso, el tour, duró dos asaltos nada más.
Comparándolo con otros congresos a los que he asistido, he notado un bajón en el número de asistentes respecto a ellos. Ya hablarán los organizadores (300 asistentes según su web), ya que podría ser solo una apreciación personal, pero eso me pareció. Soy consciente de que hay ponencias que gustan más y otras menos, pero este congreso, para años sucesivos, necesita un empujón tremendo. Hay que hacer algo nuevo para que la gente acuda.
La Feria Naturavia 2008, anunciada a bombo y platillo como excepcional... ¡Nada! Yo, personalmente, llevaba puesta mucha ilusión en ella pero, al final, estaban los de siempre y, alguno de ellos, un poquito flojos también. Y seguro que la culpa la tenemos los que deberíamos ir y gastarnos el dinero, pero habría que hacer algo más atractivo. Faltaban el 95% de las empresas de birding, alguna más de óptica y material para el naturalista. No había representación de la comunidad de fotógrafos de la naturaleza, ni de los artitas... ¡En fín! Una pena.
Estoy seguro que los chicos de SEO-Cantabria lo hicieron genial en cuanto a organización, pero pienso que desde la central, hay que hacer algo para que tanto socios como empresas, se sientan interesados en esta actividad.
¿Algo bueno del Congreso? Ver a amigos que, en alguno de los casos, hace años que no ves. Y te alegra saber que todo va bien...
Y, viendo que lo de la tarde ya era infumable, nos fuimos a comer y luego de pajareo del facilito. Asomamos los morros por la Playa del Camello en busca de los puntuales correlimos oscuros (Calidris maritima), que no fallaron. Un poquito más de media docena nos deleitaron con su presencia. Merece la pena ir a verlos, al menos, una vez al año para que no se nos olvide lo preciosos que son. Con ellos, los omnipresentes vuelvepiedras (Arenaria interpres). Y por la playa y en los jardines cercanos, alguna lavandera blanca de las inglesas (Motacilla alba yarrellii).



Correlimos oscuros (Calidris maritima), Playa del Camello, Santander, Cantabria, dic.08

Vuelvepiedras común (Arenaria interpres), Playa del Camello, Santander, Cantabria, dic.08

Y aguantando bajo la lluvia, dimos una pasada a los jardines del Palacio de la Magdalena, en busca de gaviotas, pero solo observamos reidoras (Larus ridibundus) y alguna cabecinegra (Larus melanocephalus), además de las dos grandes típicas.

Acabamos la tarde en Parallas y Raos, sin nada que destacar; solo la incesante lluvia.

No hay comentarios: